Pasado como valor de futuro.

Abr, 2023 • 1 Min. Lectura

El pasado define la identidad de las firmas con las que colaboramos de maneras muy diferentes.

Como Homenaje.

Recuperar y dar vida a piezas concebidas hace ya muchos años no sólo es una manera de honrar el pasado. También pone de manifiesto la importancia y el valor que tiene el buen diseño, que es aquel que perdura en el tiempo. Por su durabilidad y calidad, pero también por que su estética es tan actual y bella como cuando se creó.

Como (H)Artesanía.

Todas las firmas que representamos son fabricantes, pero sus procesos de producción recuperan oficios que podrían considerarse antiguos y casi en desuso. Ebanistas y tapiceros, alfareros y tejedores son trabajos en los que la destreza con las manos es sinónimo de artesanía. También de mimo y mucha paciencia. Estos procesos se integran en la industria moderna con respeto y admiración.

Como Herencia.

Honrar el pasado es también apostar por el futuro. Pues estos productos están diseñados para durar. Lo efímero es un capricho. Lo que perdura en el tiempo no es un lujo, es una forma de reafirmar nuestro compromiso con el presente y, por tanto, el futuro.

Estos productos se pueden convertir en un preciado legado que pasa de generación en generación, pues no sólo pueden habitar los espacios contemporáneos, sino ser un regalo para nuestros hijos.

Lo que para nosotros hoy es tradición también supuso innovación en su momento.

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Gracias

Esta página web está dedicada a todas esas personas que, de una u otra forma, han colaborado en que este proyecto/sueño/deseo comience su andadura y tome forma.

Especial mención a mi mujer y a mis padres por apoyarme, a Cristina Escarrà y Alfonso Pérez Rosales por compartir generosamente conmigo su experiencia como agentes, a esos clientes que, de una u otra forma, me han dado sabios consejos, a las marcas que han depositado en mi su confianza, y a Gonzalo, mi padrino, quien, con su siempre generosa ayuda, y guiándome en todo este proceso, tiene gran parte de culpa de que yo pueda presumir de ser “empresario”.

Gracias también a Nuria, Rafa y Guillermo, que, para ayudarme en los duros inicios de toda actividad empresarial, me han abierto las puertas de su casa, me dejan compartir con ellos un rato de sus vidas personales cuando paso por sus ciudades de residencia, y me dan alojamiento gratuito.

¡Gracias a todos!