La luz no se entiende sin oscuridad. Tampoco sin las sombras que proyecta.

Oct, 2023 • 1 Min. Lectura

La luz como artesanía

Al diseñar una lámpara no solo importa su forma, su silueta o su material. También es esencial comprender cómo emite la luz, su intensidad y calidez. Porque más allá de ser una pieza decorativa, una luminaria es un elemento vivo que define atmósferas, resalta volúmenes y transforma espacios. La luz moldea nuestra percepción y, con ella, nuestras emociones.

Pott Project entiende la luz desde la materia. Sus luminarias nacen del barro, un material con memoria, natural y auténtico. Cada pieza es un reflejo del saber hacer del alfarero, del tiempo dedicado a cada curva, a cada textura. Y cuando la luz resbala por estos volúmenes de cerámica, el resultado es cálido, orgánico y profundamente humano.

Así pues, las lámparas de Pott Project son un puente entre tradición y diseño contemporáneo. Recuperan el valor de lo hecho a mano, de los materiales naturales y de los procesos de toda la vida, dando lugar a piezas que no solo iluminan, sino que dialogan con su entorno.

Pott Project reivindica la belleza de lo atemporal. Sus luminarias, encendidas, son pequeñas esculturas de luz que aportan carácter y calidez a cualquier ambiente. Apagadas, son una oda al oficio de alfarero que la firma no solo quiere recuperar y poner en valor, sino que transforma en una nueva forma de expresión.

Descubre una colección de luminarias hechas para quienes valoran la autenticidad, la sensibilidad de los materiales y el poder de la luz cuando se encuentra con la artesanía.

Entradas relacionadas

Gracias

Esta página web está dedicada a todas esas personas que, de una u otra forma, han colaborado en que este proyecto/sueño/deseo comience su andadura y tome forma.

Especial mención a mi mujer y a mis padres por apoyarme, a Cristina Escarrà y Alfonso Pérez Rosales por compartir generosamente conmigo su experiencia como agentes, a esos clientes que, de una u otra forma, me han dado sabios consejos, a las marcas que han depositado en mi su confianza, y a Gonzalo, mi padrino, quien, con su siempre generosa ayuda, y guiándome en todo este proceso, tiene gran parte de culpa de que yo pueda presumir de ser “empresario”.

Gracias también a Nuria, Rafa y Guillermo, que, para ayudarme en los duros inicios de toda actividad empresarial, me han abierto las puertas de su casa, me dejan compartir con ellos un rato de sus vidas personales cuando paso por sus ciudades de residencia, y me dan alojamiento gratuito.

¡Gracias a todos!