Niels Otto Møller: un maestro del diseño danés
¿Qué hace que un diseño trascienda durante décadas y siga siendo relevante hoy? La respuesta podría encontrarse en el trabajo del diseñador Niels Otto Møller, una figura fundamental del diseño escandinavo que revolucionó la forma en que pensamos hoy acerca del mobiliario moderno.
De ebanista a revolucionario del diseño
La aproximación de Møller al diseño comenzó con su formación como ebanista en 1939, hecho que marcaría profundamente su metodología de trabajo. A diferencia de muchos diseñadores contemporáneos, Møller entendía el comportamiento de la madera no solo desde la perspectiva del diseño, sino desde su naturaleza más íntima como material vivo.
En 1944, fundó J.L. Møllers Møbelfabrik, implementando un sistema de producción revolucionario para su época. Cada creación se fabricaba siguiendo un proceso que combinaba técnicas artesanales tradicionales con métodos de producción modernos. Las uniones de sus sillas, por ejemplo, se realizaban mediante espigas de madera cuidadosamente calibradas, una técnica que proporcionaba mayor durabilidad que los métodos mecánicos convencionales.
El Modelo 71: todo un icono
En 1951 diseñó el Modelo 71, una silla que ejemplifica perfectamente las características del trabajo de Møller. El respaldo presenta una curva ergonómica conseguida mediante un proceso de vapor y doblado que respeta la dirección natural de las fibras de la madera. Los puntos de unión entre el asiento y las patas incorporan refuerzos invisibles que garantizan la estabilidad sin comprometer la estética. Las proporciones siguen la sección áurea, creando una armonía visual que trasciende las modas.
La nobleza de los materiales
Su selección de materiales fue revolucionaria. Su preferencia por la teca y el palosanto no era meramente estética; estas maderas ofrecían una alta resistencia al desgaste, estabilidad dimensional superior y la capacidad natural para desarrollar una pátina que mejora con el tiempo. Además, sus propiedades acústicas eliminaban los crujidos típicos de otros muebles, un detalle que demuestra la minuciosidad de su pensamiento en diseño.
El proceso de fabricación de una silla Møller incluía más de 70 pasos individuales. El tejido de los asientos en el Modelo 77, por ejemplo, requería una única cuerda de 1,5 metros, aplicada en un patrón específico que proporcionaba tanto soporte ergonómico como ventilación. Esta atención al detalle caracterizó toda su producción.
La perfección está en los detalles
A medida que su empresa fue creciendo, también se refinaron los diseños. La expansión de las instalaciones en Højbjerg en 1961 permitió experimentar con nuevos procesos de curvado y acabado. Sin embargo, siempre mantuvo sus principios fundamentales: líneas limpias que enfatizan la estructura natural, uniones precisas que celebran la artesanía y acabados que resaltan las características naturales de la madera.
El legado de Niel Otto Møller en el diseño contemporáneo es innegable. Sus innovaciones técnicas, como el sistema de unión de respaldos que elimina la necesidad de soportes visibles, siguen influyendo en los diseñadores actuales. La fábrica, ahora dirigida por su nieta Kirsten Møller, mantiene los mismos estándares exigentes en la producción, utilizando plantillas y herramientas originales para garantizar la autenticidad de cada pieza.
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