Javier Mariscal

Desde que en los años 70 cogió un lápiz para ganarse la vida, la trayectoria de Javier Mariscal ha estado marcada por su "incontinencia creativa", y por su necesidad de expresarse a través de diversas disciplinas, artísticas o no.

Marcado por su "incontinencia creativa", Mariscal ha ido expresando su sensibilidad a través de una variedad de disciplinas, artísticas o no.

Nacido en Valencia, Mariscal ha desarrollado su carrera profesional en Barcelona. La cultura mediterránea de ambas ciudades se revela en su obra: el hedonismo, el optimismo y el simbolismo, así como la vibrante gama de colores y su enfoque poético. Antes de que abordar proyectos desde un punto de vista multidisciplinar se convirtiera en un valor reconocido, su actividad profesional de pasar de una disciplina a otra, gracias a su incansable curiosidad y su pasión por innovar, contribuye a hacer la vida cotidiana más interesante, fácil y amable. Desde el diseño de mobiliario a la pintura, la escultura, pasando por la ilustración, el interiorismo, el diseño gráfico, la animación, el paisajismo, entre muchos otros, todos han sido tratados con su particular visión profesional y personal.

Mariscal se expresa con un lenguaje personal, complejo en la intención, pero sencillo en la manifestación, inocente y a la vez provocador, que le permite innovar, arriesgar y comunicar, para seguir 'haciendo cosquillas' en los ojos de quienes ven su obra y crear complicidad con los demás.

País

  • Valencia, España

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Gracias

Esta página web está dedicada a todas esas personas que, de una u otra forma, han colaborado en que este proyecto/sueño/deseo comience su andadura y tome forma.

Especial mención a mi mujer y a mis padres por apoyarme, a Cristina Escarrà y Alfonso Pérez Rosales por compartir generosamente conmigo su experiencia como agentes, a esos clientes que, de una u otra forma, me han dado sabios consejos, a las marcas que han depositado en mi su confianza, y a Gonzalo, mi padrino, quien, con su siempre generosa ayuda, y guiándome en todo este proceso, tiene gran parte de culpa de que yo pueda presumir de ser “empresario”.

Gracias también a Nuria, Rafa y Guillermo, que, para ayudarme en los duros inicios de toda actividad empresarial, me han abierto las puertas de su casa, me dejan compartir con ellos un rato de sus vidas personales cuando paso por sus ciudades de residencia, y me dan alojamiento gratuito.

¡Gracias a todos!