(H)Ideas luminosas 

Albert Einstein no solo revolucionó la ciencia. Su pensamiento transformó la forma en que entendemos el universo… y también la luz. Más allá de su famosa teoría, Einstein supo ver en la luz algo más que una constante física: una fuerza esencial que atraviesa el tiempo y la materia.

Para él, la verdadera innovación requería humildad y respeto por lo anterior. No se trataba de destruir lo establecido, sino de iluminarlo desde nuevas perspectivas. Comprender el pasado para proyectar el futuro: ese equilibrio entre conocimiento, intuición y visión es también el motor que impulsa a Astep.

Astep no diseña lámparas. Crea objetos de luz que nacen de la memoria y avanzan hacia el mañana. Reinterpreta iconos del diseño, como los de Gino Sarfatti o Vittoriano Viganò, y les insufla nueva vida a través de la tecnología y una estética profundamente delicada.

Como Einstein, Astep cree que la evolución no contradice a la tradición, la perfecciona. En sus luminarias hay pensamiento, emoción y una búsqueda constante de lo esencial. Diseños que no compiten con el espacio, sino que lo acompañan en silencio, como una idea luminosa que toma forma.

Einstein nos enseñó que la luz tiene masa, energía y misterio. Astep demuestra que también tiene alma.

Pepa de Astep es un ejemplo de como la alta tecnología es un condimento ideal para el diseño.

Este mes nos adentramos en el universo creativo de Gino Sarfatti.

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Gracias

Esta página web está dedicada a todas esas personas que, de una u otra forma, han colaborado en que este proyecto/sueño/deseo comience su andadura y tome forma.

Especial mención a mi mujer y a mis padres por apoyarme, a Cristina Escarrà y Alfonso Pérez Rosales por compartir generosamente conmigo su experiencia como agentes, a esos clientes que, de una u otra forma, me han dado sabios consejos, a las marcas que han depositado en mi su confianza, y a Gonzalo, mi padrino, quien, con su siempre generosa ayuda, y guiándome en todo este proceso, tiene gran parte de culpa de que yo pueda presumir de ser “empresario”.

Gracias también a Nuria, Rafa y Guillermo, que, para ayudarme en los duros inicios de toda actividad empresarial, me han abierto las puertas de su casa, me dejan compartir con ellos un rato de sus vidas personales cuando paso por sus ciudades de residencia, y me dan alojamiento gratuito.

¡Gracias a todos!